El peaje de San Juan; un inventario doloroso


Por: Rodrigo Daza Cárdenas.

Comienza 2019 y a partir del 16 de enero aumentó el valor del peaje. El de San Juan del Cesar está concesionado por INVIAS a la firma UT-PEAJES, mediante contrato 250-2011. Este peaje está en la vía 49 y cobra ahora $9.300 por trayecto. Este aumento pareciera que se dio de forma subrepticia puesto que el usuario, el sacrificado usuario, se entera el día que llega al peaje porque dicho aumento no fue socializado o comunicado ampliamente a la opinión pública, lo que se presta para interpretar como que a los dueños de dicha concesión les causara vergüenza y les quemara la conciencia saber que están haciendo un cobro lesivo ya que en 22 años de estar funcionando ese sitio de recaudación, solo han hecho 2 reparaciones de mayor complejidad pero en unos cortos trayectos de dicha vía 49. El primero fue después de dicho peaje, kilómetro 64.5, hasta el kilómetro 66.5 con levantamiento de bancada y dos o tres box coulver. El segundo, 2 kilómetros después de la salida de San Juan hasta unos metros antes de llegar a ese peaje. De ahí en adelante, solo son parches “enemigos”, sin ninguna calidad técnica, sin estética y mal colocados puesto que los dejan como unos montones sobresalientes de asfalto o el material que aplican, y se convierten en obstáculos que golpean rodamiento, suspensión, transmisión y demás partes del automotor, y, la humanidad de quienes ocupan los vehículos que por ahí transitan.

Actualmente estas vías son un desastre.


La Concesionaria UT-PEAJES, tiene una responsabilidad contractual sobre un segmento de la vía 49 en La Guajira y es de hacerle mantenimiento y/o reconstrucción necesaria a la calzada y demás obras civiles que tiene, y a la señalización; debe mantener óptimos servicios de atención a las emergencias médicas y mecánicas que puedan sufrir los usuarios en la vía.
Pero el balance después de más de dos décadas de estar ese peaje contribuyendo con el desangre de la pírrica canasta familiar de los guajiros y demás usuarios, es doloroso, insultante e irrespetuoso. Es mas el dolor que han causado por las tantas fatalidades y lesionados que se han dado en esa vía teniendo como causa inmediata sus malas condiciones, que la satisfacción al movilizarse obligadamente por ella. Por eso, el deterioro y a veces la pérdida total de vehículos accidentados, es de ingrata recordación, y es su culpa.


Muchos de esos vehículos son la herramienta de trabajo de muchos conductores para sostener a sus familias y cuan oneroso se les hace día a día su trabajo por estar haciéndole gastos a sus vehículos solo por la responsabilidad de mantenerlos operativos y aparentemente seguros.

Las ganancias que obtiene ese concesionario son multimillonarias y si no hace inversión, “le tocan toda pulpa”. Ese tipo de contrato no tiene pierde por ningún lado. Y este tipo de contrato es claramente para que ellos mantengan las vías en un estado que garantice movilidad segura por unas carreteras totalmente aperadas con todos los elementos que brinden apoyo al conductor, protejan su vida y la de sus pasajeros, y sean factor determinante para un desplazamiento sin peligro para los automotores también.


Entonces, creo que llegó el momento que conozcamos los informes de interventoría de esa concesión, que conozcamos los planes de inversión para el 2019 y llegó el momento que los guajiros y todos los demás transportadores de afuera que se quieran sumar, exijamos, sin dilaciones, inversión sin mezquindades para la reconstrucción total de esas vías. Es tiempo ya de rechazar con vigor y contundencia, haciendo lo que haya que hacer, en materia de gestión, para que INVIAS no se vuelva a burlar de los alcaldes de La Guajira, de la gobernación, de los conductores y de la ciudadanía en general, por sus apropiaciones vergonzosas para hacerle reparaciones a una vía cuya necesidad es reconstrucción total y no el aplazamiento de la solución precisa. Dirán ellos “los aquietamos con reparcheo y de ahí en adelante no pasa nada”, como en efecto, eso es lo que ha pasado siempre y mientras tanto, pareciera que la meta de INVIAS es ponerle una cruz a cada hueco de esas vías, con el nombre de cada usuario guajiro y no guajiro, muerto en “esas trampas consentidas”.


Se requiere una acción decidida y es la hora de acompañar hasta las últimas instancias regionales y nacionales al gremio de transportadores. Ellos han sido los que más han luchado por esta problemática con algunos líderes cívicos y comunitarios acompañándolos. ¡Ahora nos toca es a todos apoyarlos!

Que no crean los dueños de esa concesión que con una cara amable y cariñosa como la de las jóvenes que trabajan en esas casetas de cobro está todo arreglado. Eso es lo único que se salva en esta sarta de atropellos que han cometido por décadas con La Guajira.


Necesitamos que INVIAS-Guajira lidere o sea solidaria con la situación de reclamo para el mejoramiento vial y tendrá el respaldo del pueblo guajiro. ¡Ay Jorge Juan Bendeck Olivella, como te extrañamos!

@RodrigoDazaC

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