Diomedes Galván, un líder innato que trabaja incansablemente por el bienestar de su comunidad



Como si la vida le hubiese enseñado el valor incalculable de la perseverancia, como si cada reto limara su carácter hasta moldearlo con firmeza, como los valientes… Así es Diomedes Galván Pushaina.

Él, transmite sus ideas en un tono seguro y pausado, pero de tanto en tanto deja salir una sonrisa sincera, inspiradora. Con convicciones muy claras, habla de su proyección y de los sueños que desea ver cumplidos en beneficio de su comunidad, todos miembros del Resguardo Indígena 4 de Noviembre, ubicado a la altura del kilómetro 14 de la vía que de Albania conduce a Maicao.

“Sin alianzas no se consigue nada. Sin el entrenamiento que recibimos en las capacitaciones con la Fundación Cerrejón hubiese sido imposible aprender a desarrollar un proyecto y proponerlo a la Alcaldía. Además, ya no es necesario buscar personas externas: dentro de nuestra misma comunidad encontramos formuladores de proyectos”, manifiesta Diomedes.

A sus 37 años, ha logrado ganarse el respeto de su comunidad, quienes lo consideran como un líder innato, influyente y con muy buena capacidad de gestión. “Diomedes es un ejemplo a seguir. Él hace parte de los jóvenes del Resguardo, y verlo trabajar de la mano de las Autoridades Tradicionales nos enorgullece, y hoy podemos  decir: nosotros sí podemos”, asegura Licenia Vanegas, joven líder del Resguardo.

Alianzas

En agosto de 2014, la Fundación Cerrejón inició el proceso de fortalecimiento y desarrollo comunitario a través de la generación de capacidades en formulación de proyectos y autogestión, dentro del cual, la comunidad, gracias a su empoderamiento obtuvo como resultado la financiación de dos proyectos con recursos de regalías del municipio de Albania.

En el 2015, se conformó una veeduría ciudadana con representantes de la comunidad con el propósito de hacer vigilancia y control a la inversión de los recursos aprobados para los proyectos y demás inversiones públicas dentro del Resguardo. Desde entonces, Diomedes ha sido miembro activo del comité veedor desde donde exigen el cumplimiento de las normas “y también nosotros las cumplimos como debe ser”, asegura, sin tapujos.

Ha participado activamente en los distintos programas desarrollados por la Fundación Cerrejón en su territorio, y gracias a su dinámica de trabajo, proyecta una visión más amplia de los procesos, a la vanguardia de nuevas oportunidades. “Aunque es importante preservar la cultura tradicional indígena, reconozco la necesidad de aprender otros usos o adoptar nuevos procesos como parte del desarrollo de nuestro Resguardo”, explica Diomedes. Asimismo, reitera que no se debe perder “la ética, la decencia, y cuando las situaciones se hacen difíciles y las oportunidades son escasas, hay que hacer las cosas aún mejor”.

Hombre de visión

El cambio se deja ver en la mentalidad de los habitantes del Resguardo, pues como asegura Diomedes, “aunque necesitamos insumos para la limpieza adecuada de la comunidad, ya la gente ha comenzado a aportar su granito de arena dejando las costumbres tradicionales, como tala de árboles y quema”. Es así como la Fundación Cerrejón, además brinda talleres de aprendizaje sobre el manejo de residuos sólidos con el fin de generar conciencia del cuidado del medio ambiente.

Uno de los grandes retos que han podido alcanzar y sostener es el mejoramiento continuo de la educación en la Institución Etnoeducativa Rural Akuaipa. “Estamos apostándole a la importancia de adquirir conocimientos y habilidades para estar a la altura de otras instituciones. Definitivamente hay un cambio: antes no había un apoyo a la educación, pero hoy estamos compitiendo con otras instituciones de afuera”, sostiene Diomedes.

Un líder es visionario, une a su comunidad, trabaja pensando en el beneficio de todos. “Tenemos una gran responsabilidad y es guiar a los niños, porque hoy estamos nosotros pero mañana estarán ellos”, asegura.

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