Por: Jorge Juan Orozco Sánchez
En la administración de la cosa pública local o regional, la adulación, el endiosamiento y el lavaperrismo se encuentra a la vuelta de la esquina y se convierte en el tapa ojos a las sugerencias y concejos constructivos para que las cosas se cumplan y se hagan bien poniendo en riesgo el cumplimiento de un programa de gobierno y el bienestar de los mas necesitados.
Que dice el adulador? “alcalde le digo el milagro pero no el santo” fulano que nos acompaño ya esta criticando la administración, el se cree mejor que usted y aquí el que manda es usted, yo lo voy a asesorar y a respaldar, estas acciones alejan al ordenador del gasto elegido popularmente quien pasara inadvertido por el cargo y terminan administrando en la sombra, otros personajes impopulares, cuya misión es no dejan ver más allá de sus narices al mandatario, se hacen imprescindibles y lo peor, les creen.
El adulador nunca contradice, complace a la familia del gobernante lo defiende y nunca lo critica son bien mandados y no permite que los que manejan los temas de interés comunitario o social se le acerquen y así se promueven sus interese personales, sacrificando cualquier acción que pueda beneficiar una comunidad.
Son muchos los mandatarios que se han “quemado” hasta al punto de renunciar a sus cargos sin cumplir con su responsabilidad constitucional, los gobernantes deben reflexionar sobre cómo responden a la adulación y a las críticas y ante todo, a una comunidad necesitada que después de 4 años de un periodo le toca acogerlo en su seno social.
Es una realidad lo que se promete en campaña y lo que se puede cumplir después de conocer que se encontró y como se administra lo público dentro del marco legal, no se cumple por que las normas no lo permiten, pero también existe una obligación de ser claro y no permitir que prime lo particular sobre lo comunitario, prima que 17.000 Villanueveros, Guajiros tengan un carnet de salud sobre un contrato con recursos de salud para una sola persona. (ej.)
Cuando termina el periodo……”Yo lo acompaño hasta el cementerio pero no me entierro con él”, que se defienda! Ya yo me gane mi plática y la deuda social con las comunidades seguirá en aumento.
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