JORGE MARIO LÓPEZ NÚÑEZ
jorgemlopez2@hotmail.com
Aunque han pasado más de 10 años de vida, vivencias y afanes hoy estando tan lejos y sin la misma inocencia y picardía del provinciano recién llegado a Bogotá; me hace recordar mi época estudiante universitario, a un grupo de amigos; buenos, por lo menos así lo considero, no sé si ellos en el fondo de su corazón me aprecian lo mismo.
LUCIANO DANGOND DAZA y su inseparable guitarra entonando canciones del desaparecido compositor Octavio Daza.
RICHARD DAZA: Comenzando sus primeros pininos como compositor de la música vallenata.
PETER MANJARRÉS: que con su voz maravillosa alegraba las tardes de los viernes en el Bienestar Universitario del Colegio Odontológico Colombiano.
ALBERTO MURGAS (Betico Murgas): con su acordeón incansable entonaba canciones y mucho más de lo que los estudiantes le pedían.
EL GRAN GUILLE CARABALÍ que con sus innumerables tandas de chistes no me dejaba dormir en las parrandas.
UNALDO ROCHA (El MOÑOÑOÑO): con gran admiración por que es una persona multifacético (Versea, canta, compone, toca caja y es tramador) pega en todas las parrandas.
EL MONO SIERRA: que después que se emborrachaba se le daba por hacer los oficios de la casa.
CARLOS BLOOM: el incansable luchador del folclor vallenato en Bogotá, toco muchas puertas para que el proceso de Meter Manjares se llevara a cabo.
JESÚS NAMEN: El enamorador, con una miradita y en 5 minutos conquistaba todas las chicas de la fiesta.
Y entre esos tantos conocí a alguien que me reconforta tanto escribir este artículo que desde el momento que lo conocí, lo respeto, le tengo gran admiración y considero uno de los compositores insignes del folclor vallenato. Como lo es José Alfonso el Chiche Maestre un acordeón ero admirable, su voz inconfundible una forma majestuosa de tocar la guitarra, un compositor lleno de sentimiento por su tierra patilla lera, una forma de ser cariñosa y su risa espontánea, hace una amalgama de dones que Dios le regalo.
Aunque en esa época su corazón estaba herido, por una catástrofe sentimental, nunca encontré amargura, ni frustración en su corazón, al contrario esas ganas de parrandear seguir adelante por nuestro folclor, eran inmensas, nunca permitió que el éxito envaneciera su corazón.
Al hombre le pueden callar, le pueden tapar los ojos pero el sentimiento no, esto nunca se calla porque es lo que brota de lo más profundo de nuestra alma (es una de su frase predilecta).
Canciones como Ahí Vas Paloma, Hojas Secas, Nunca Comprendí Tu Amor, El Forastero, Duerme Conmigo Esta Noche, grabadas por los mejores intérpretes del folclor vallenato, ratifican en esa época su majestuosa forma de cantarle a sus sentimientos; aunque a veces se hayan ido muy lejos.
Si bien sabemos que a cada uno, la vida nos deparo, un sendero distinto, estos diez años de separación, han servido para que tu sigas en proceso de engrandecer el folclor vallenato, con tus composiciones vigentes, cada día mas y mas; y yo siga con mi trayectoria profesional como odontólogo, sirviéndole a la gente, sabiendo que el hacerlo, Dios va a suplir fielmente nuestra necesidad.
Hoy al ver estas mañanas frías y lluviosas que en la época de invierno atraviesa, mi tierra villanuevera, me llena de nostalgia y de sentimiento profundo, por aquellos momentos inolvidables, en vivencias, con José Alfonso El Chiche Maestre, cantando y relatando cada una de sus canciones inéditas, en un amanecer parrandeando en Bogotá, cierro los ojos y suspiro queriendo que Dios me hiciera el milagrito de regresarme en el tiempo y disfrutar un minuto siquiera, para volver a sentir esa alegría de ese momento y experimentar en esta época, cosas y momentos que ya se fueron.
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