Cuentos infantiles llevarán las enseñanzas de Pisotón al hogar


Impactar positivamente la vida de cinco millones de niños durante 20 años es la mejor carta de presentación del programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional, Pisotón, de Uninorte. Durante la Feria Internacional de Libro de Bogotá, el programa presentó el primer cuento de una serie que servirá de apoyo para los padres en el desarrollo psicoafectivo de sus hijos.
Búmeran de amor es el título del cuento protagonizado por el hipopótamo Ugo Pisotón y sus compañeros animales, que hace parte de la colección La familia cuenta, escrito por Ana Rita Russo y Adelaida Guerrero. De acuerdo con Russo, directora y fundadora de Pisotón, el sentido de estos cuentos infantiles es ayudar en el camino del desarrollo de los niños desde el hogar.
“Los cuentos buscan orientar a las familias en ese proceso que normalmente genera conflictos, y cuando no conocemos los conflictos del desarrollo, los laberintos de la infancia, normalmente nos angustiamos como padres”, agregó durante la presentación realizada en Corferias el miércoles, 25 de abril. 
Por 20 años, el programa Pisotón ha consolidado un trabajo exitoso por la infancia de Colombia y varios países de Latinoamérica, a través de la ejecución de un modelo de formación dirigido a orientadores de niños en temas relacionados con el manejo psicoafectivo y apoyo en la solución de situaciones de maltrato, abandono, olvido, entre otras identificas en la infancia. El modelo, que fue diseñado a partir de los resultados de la investigación doctoral de Russo, también involucra a los padres, pues ellos pueden ser parte clave del problema y de la solución.
De acuerdo con Guerrero, con estos cuentos se busca una forma de llevar Pisotón al hogar, a los padres directamente, sin tener a la escuela como intermediario. Es una manera de orientar a las familias en su responsabilidad de formar a los niños, pues estas han cedido, en muchos casos, la tarea a las escuelas. Esto ha derivado en cosas como que, según Russo, el 85% de los niños en los primeros años de vida expresen sentir abandono, negligencia o rechazo en sus hogares. 
“¿Quién acompaña a las familias en ese espacio vincular? Pisotón durante estos 20 años lo ha venido buscando. Primero pensamos en cargar un poco más al maestro, madre comunitaria, agente educativo, con estas capacidades, hoy estamos directamente trabajando con la familia, que entiendan su importancia en el proceso de desarrollo del niño, que entiendan la importancia que tienen los primeros dos años en el resto de la vida”, agrega Russo sobre la intención de los cuentos.
Un búmeran como metáfora
Las autoras de Búmeran de amor explican que el búmeran se utiliza en el cuento como una metáfora del regreso, de la forma como se organiza el vínculo afectivo de los niños. Un vínculo afectivo seguro lleva a los niños a ver de frente los avatares de la realidad, por lo que es importante que los padres puedan entender ese proceso de desarrollo. “Los padres deben entender que cuando el vínculo es inseguro, ambivalente, desafiante, el niño organiza una situación emocional que conlleva a circunstancias inadecuadas en su desarrollo”, explica Russo.
Para hacer un ejercicio práctico de cómo es la metodología del cuento, el 28 y 29 de abril se realizó un taller con padres de familia, en alianza con la Fundación Rafael Pombo, donde leyeron el cuento con sus niños para identificar cómo se está organizando el vínculo afectivo y si este es adecuado o no. Los padres también recibieron orientación sobre cómo aprender a formar ese vínculo de una manera adecuada.
La historia en 20 años
Durante el evento en la Filbo también se presentó el libro Pisotón 20 años, se hace camino al volver al mirar, que recoge las experiencias y trayectoria del programa en dos décadas. El éxito recogido en este tiempo invita a pensar en nuevos retos: ahora el programa apunta a tres objetivos principales: llegar directamente a los hogares, que están haciendo a través de los cuentos; desarrollar dibujos animados que hagan parte de toda la audiencia televisiva; y, el que es el mayor anhelo de los investigadores de Pisotón: que la educación emocional sea obligatoria.
Por Jesús Anturi


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