La historia de Álvaro Saieh, el multimillonario villanuevero que está en bancarrota

¿Fue Álvaro Saieh un visionario que llevó sus raíces de Villanueva a los primeros lugares del empresariado latinoamericano?

Álvaro Saieh Bendeck, nació en Villanueva y a los tres años su familia viajó a Chile ,  llegó a convertirse en uno de los empresarios más influyentes del país austral. En 2018, la revista Forbes lo catalogó como el cuarto hombre más rico de Chile. Pero ese imperio, construido durante décadas, hoy atraviesa una de sus etapas más críticas.

Hijo del chileno José Saieh y la colombiana Elena Bendeck Olivella, Saieh fue el primero de su familia en ir a la universidad. Se formó como economista, obtuvo un doctorado en la Universidad de Chicago y luego incursionó en la academia, la banca, los medios de comunicación y el retail. Durante años fue considerado un peso pesado del empresariado chileno, con inversiones en múltiples sectores que lo posicionaron como referente del poder económico.

Un holding de múltiples frentes

El imperio de Saieh se expandió con fuerza en diversos sectores clave de la economía chilena:

  • Supermercados: SMU, Unimarc, OK Market, Mayorista 10

  • Retail de construcción: ConstruMart

  • Medios de comunicación: Grupo Copesa, incluyendo La Tercera y varias cadenas de radio

  • Turismo y hotelería: participaciones en hoteles Hyatt y City Express

  • Centros comerciales: VivoCorp

  • Arte y cultura: Fundación CorpArtes

Durante más de dos décadas, su conglomerado fue sinónimo de poder e influencia. Saieh controlaba miles de empleados, tenía presencia en todo el país austral y era consultado como referente tanto en temas económicos como políticos. Su nombre se volvió parte del tejido empresarial de Chile.

El comienzo del derrumbe

Sin embargo, en los últimos años su fortuna comenzó a desplomarse. Como parte del deterioro patrimonial, Saieh se vio obligado a vender su lujoso apartamento en Nueva York, ubicado frente al Central Park. El inmueble, adquirido en 2007 por 26 millones de dólares, fue puesto en venta en medio de un intento por obtener liquidez. También organizó una subasta de arte con Sotheby’s en la que esperaba recaudar entre 30 y 50 millones de dólares.

Las dificultades continuaron. En 2022, SMU —el holding supermercadista que fue considerado la joya de su conglomerado— empezó a reestructurarse. Y en junio de 2023, Saieh ejecutó la mayor venta diaria de acciones de SMU en casi dos años, liquidando 42,6 millones de papeles por un total de más de 6.700 millones de pesos chilenos (unos 7 millones de dólares), reduciendo así su participación al 43,8 %.

Estos movimientos no fueron simples decisiones de portafolio, sino parte de un proceso de desendeudamiento forzado por los compromisos financieros con sus acreedores, quienes exigían intereses y amortizaciones semestrales.

A esta situación se sumaron factores externos. La crisis social que vivió Chile en 2019 y la posterior pandemia golpearon duramente a varios de sus negocios, especialmente en el sector bancario. El banco Itaú CorpBanca, del cual era accionista relevante, redujo drásticamente los dividendos que pagaba a su grupo, agravando la presión financiera.

En junio de 2023, el Grupo CorpGroup Banking (CGB), uno de sus principales vehículos empresariales, selló un acuerdo con sus acreedores bajo el Capítulo 11 de bancarrota en Estados Unidos. El pacto incluyó el pago de deudas mediante acciones del banco Itaú CorpBanca y medios de comunicación del Grupo Copesa, poniendo fin al control de Saieh sobre uno de los principales bancos privados de Chile.

Quien una vez fue destacado por la revista Forbes, hoy aparece en sus publicaciones destacando el derrumbe financiero del villanuevero Saieh, 

El jueves 9 de junio, la casa de subastas Christie‘s vendió “obras maestras” de la Colección Alana, que calificó como “una de las colecciones más importantes de pinturas, esculturas y antigüedades de los viejos maestros italianos” jamás puesta a la venta en Nueva York. La colección de 50 piezas, que estuvo de gira junto con piezas impresionistas, modernas y de posguerra, había viajado por Hong Kong, Londres, Los Angeles y Nueva York, y se ofreció en una subasta de “propietario único” que tuvo lugar en el Rockefeller Plaza de Manhattan. Christie’s esperaba recaudar entre US$30 millones y US$50 millones por la colección, pero sólo se vendieron 22 piezas por un total de US$19 millones. “Aunque la venta no cumplió del todo con nuestras expectativas, la importancia, belleza y naturaleza enciclopédica de la colección fue ampliamente admirada en Asia, Europa y Estados Unidos”, dijo un vocero de Christie’s. La colección pertenecía a Álvaro Saieh

Lo que fue un conglomerado robusto, admirado por su capacidad de expansión y diversificación, es hoy símbolo de advertencia. La historia de Álvaro Saieh muestra cómo el endeudamiento excesivo, sumado a factores externos imprevistos, puede acabar incluso con los imperios más sólidos del continente.

Ahora, su caída es analizada como un caso emblemático de vulnerabilidad empresarial. ¿Podrá retomar el rumbo y recuperar parte de su influencia económica? Por ahora, el empresario nacido en Villanueva enfrenta el mayor desafío de su vida: reconstruirse desde las ruinas de su propio legado.

Desde su tierra natal en La Guajira hasta la cima y el colapso económico en Santiago, la historia de Álvaro Saieh es una lección sobre poder, riesgo y caída.

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