Las trabas que ponemos, y las consecuencias que no medimos

 En La Guajira, cuando nos llega lo bueno y lo malo, nos llega “a manos llenas”, “en excesos”.


Por: Rodrigo Daza Cárdenas

@RodrigoDazaC

Hemos tenido en el pasado varias bonanzas. Hoy tenemos, en el presente, varios modelos de trabas y bloqueos del día a día económico y social del departamento con altísima incidencia negativa en su desarrollo integral.

Hemos tenido las siguientes bonanzas: la de perlas, la del contrabando, la del café, del dividivi, la sal, la del algodón, la marimbera, gasolina, gas y carbón. Ad portas estamos de la de sol y viento.

Actualmente, tenemos unas circunstancias que sin duda golpean: 1) la dinámica cotidiana del departamento y los motores de impulso de los diferentes sectores de la economía, 2) fracturan todas las dimensiones del desarrollo humano y social y 3), ponen en riesgo la protección de la vida, de la salud y de la integridad física de las personas, por lo tanto, generan consecuencias que no medimos. 

Estas son esas circunstancias: a los proyectos de generación de energías alternativas, los traban los indígenas (por consultas previas, o petición del debido proceso, o por reclamación de beneficios justos o desproporcionados) y por tal bloquean todas las vías de transporte terrestre y de carbón.

Si es la disponibilidad y posibilidad de atraer turismo, -la palabra del gobernador-, lo traban los afrodescendientes o los indígenas (bloqueo de aeropuerto y de vías). 

Si es el transporte de carbón por vía férrea, o de suministros para la operación minera y hasta el transporte de agua potable para las comunidades indígenas, lo traban ellos mismos y otras comunidades por reclamaciones, o por solidaridades.

Si es el transporte por vía terrestre de pasajeros, de cargas y hasta el tránsito de ambulancias, lo traba cualquier comunidad.

Si es la posibilidad de ir, pernoctar y conocer nuestros sitios turísticos de la alta guajira, lo espantan la inseguridad en las vías (atracos, atentados a bala, muertes inocentes), y “los retenes ilegales“ en las vías donde involucran niños para dramatizar más, vulnerándoles a estos también sus derechos.

Traban las vías por donde transportan a los empleados de Cerrejón para golpear la operación minera (hasta por la muerte de un gallo).

Por la deficiencia del servicio de energía eléctrica domiciliaria traban las vías en cualquier parte de La Guajira. Lo extraño es que vuelve el servicio a la normalidad y no conoce la comunidad, ¿qué o cómo fue lo que acordaron, o como solucionaron? Y decimos con la mayor conformidad: “bueno, siquiera volvió la luz”.

Por la falta de mantenimiento efectivo de las vías terrestres del departamento, traban las entradas y salidas del departamento.

Por la deficiencia en servicios públicos domiciliarios de un municipio, traban las vías que comunican el norte con el sur del departamento o las vías de entrada y salida al departamento (por el sur y en la troncal) y, en el interior de ese municipio afectado, ninguna protesta. 

Se da todo tipo de traba y bloqueos por el incumplimiento de los compromisos que se hacen o la administración departamental o las administraciones locales para destrabar esos bloqueos. 

Traban por el incumplimiento de los acuerdos que hacen, y por el incumplimiento de las obligaciones normativas que tienen las entidades del Estado y del gobierno nacional con comunidades y organizaciones sociales y comunitarias guajiras.
 
Según algunos líderes y lideresas de estas trabas y bloqueos, dicho por ellos en declaraciones radiales, que lo que buscan es “que los afectados por los bloqueos llamen a los alcaldes o gobernador, ministros, directores de entidades descentralizadas y al presidente para que vengan y solucionen el problema”. No tienen en cuenta esos líderes y lideresas que los agraviados generalmente son ciudadanos comunes y corrientes como muchos de ellos y sin el poder que ellos tienen como líderes de comunidades y de esas protestas.

Entonces, hoy día, ¿dónde queda la palabra del Sr. gobernador cuando a nivel nacional e internacional está ofertando y vendiendo a La Guajira como un destino turístico encantador, paradisíaco, ancestral y de privilegios como el avistamiento de aves y mar para deportes náuticos? La realidad es que, sin solucionarle las debilidades y peligros latentes al departamento, queda muy mal él y lesionada su credibilidad, y peor aún, si no hay lo primordial y fundamental que buscan los turistas como son la seguridad ciudadana en zonas de recreación y de descanso apacible, y, solazarse en nuestros parajes y con nuestras expresiones culturales ancestrales, buscan otros destinos. 

Por eso, ante el actual panorama de falta de autoridad estamos condenados a seguir siendo una tierra de nadie, sin dolientes, y donde todo mundo hace lo que le da la gana, y los organismos responsables de la seguridad y orden público y protección de los ciudadanos, brillan por su ausencia y por su pobre gestión misional ¡y la autoridad territorial no existe!

Uno de los cuestionamientos a estas medidas de hechos es que se dan en el lugar equivocado, causando traumas y violación de derechos al resto de la población. 
Ya es vox populi a nivel nacional el grado de inseguridad en nuestras vías y poblaciones por los bloqueos y atracos en todo el departamento.
Ya hay videos por redes sociales que con crudeza promocionan negativamente a La Guajira y eso tiene peso; poco a poco disminuyen los visitantes (turismo de recreación, turismo de compras, ecoturismo o ambiental, turismo cultural) a nuestros parajes y pueblos.

Comunidad guajira: la vieja fábula de la gallina de los huevos de oro tiene un mensaje sabio, y matar el turismo, ahora cuando estamos a pocos años del fin de la minería de carbón, siendo testigos de la palpable y paulatina liquidación de Maicao como vitrina comercial, sin posibilidad a la vista de ser un territorio de producción agroindustrial por falta de la adecuación de los distritos de riego de la represa del río ranchería, y si ya hay retirada, hasta ahora por inseguridades, de varias empresas dueñas de los proyectos de producción de energías alternativas, es necesario que midamos consecuencias, que busquemos otras formas eficientes y efectivas de ejercer el constitucional derecho a la protesta, pero aprendamos más como hacerlo, donde hacerlo y en positivo, sin violación de derechos, para que tengamos todos el goce pleno de esos derechos

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