Niños wayuu quieren un colegio a la altura de sus sueños


Tomado de: http://www.elheraldo.co/

Son 172 estudiantes de un centro etnoeducativo de Maicao que estudian en medio de precarias situaciones, sin agua ni alimentación, pero que esperan tener un colegio digno.
En las aulas que ellos mismos construyeron, con pupitres elaborados por sus padres y en baños que también fueron hechos con sus manos, unos 172 niños wayuu reciben clases de manera indigna en la Institución Educativa Indígena No.2 sede Tarouruma´ana, que está a diez minutos del casco urbano de Maicao, en La Guajira.
Pese a todas las limitaciones que tienen, estos menores poseen grandes sueños que desean cumplir a toda costa, sin importarles que además tengan que soportar las altas temperaturas, largas caminatas  para llegar al colegio y hasta el hambre y la sed que padecen por la falta de comida y agua.
Esta hazaña la cumplen los que se han quedado, porque la deserción es grande debido a las dificultades que tienen los padres para mandarlos a clases. Antes había unos 300 alumnos y han dejado de asistir 128 menores que viven en rancherías que quedan a una o dos horas de camino.
Así lo reconoce la docente Johana Palmar, quien dice que "son muchos los que no vuelven debido a todos estos problemas que tienen, que comienzan con las largas caminatas que deben hacer para llegar hasta aquí".
Agrega que la mayoría llega sin haber desayunado, para encontrarse con viejos pupitres que ya no aguantan un año más y sentarse bajo láminas de zinc que amenazan con caerse en cualquier momento.
"Es doloroso verlos así, aunque nos llenamos de optimismo cuando vemos el deseo de ellos por aprender, cuando sonríen y sobre todo cuando nos demuestran que las ganas de estudiar son más fuertes que todos los problemas que encuentran en la institución", manifiesta la profesora.

El colegio es un escenario que no debiera ver ningún niño, con salones improvisados, sin paredes, un solo tablero, sin piso y compartiendo el agua de un jagüey con los animales, algo que no debería pasar por ningún motivo.
Tienen una gran alberca pero siempre está vacía, ya que les han prometido que van a enviar un carrotanque y nunca llega.
En la institución se atienden los niños que pertenecen a las comunidades de  Tarouruma´ana, Paquimana, Karroyachon, Yatalima y Corrontomana,  quienes solo quieren seguir estudiando pero requieren la ayuda del Estado urgente para evitar que el colegio quede solo por falta de elementos para dictar las clases.
"Queremos un salón bonito, canchas de fútbol, balones y agua para tomar", dice Michel Jusayú, quien habla con gran propiedad y pide además un colegio digno, agua y un bus que los lleve todos los días a clases.
Solo reciben ayuda de una fundación
Actualmente en la institución educativa trabajan doce profesores contratados en la modalidad de "docentes rurales", por parte de la administración municipal a través de una fundación, aunque este año no han firmado contrato y están trabajando sin recibir sueldo.
Los menores no tienen servicio de transporte, ni de alimentación, afirma la docente Saudith Weber Polanco, quien insiste en pedir ayuda para que el Estado ya que solamente están recibiendo ayuda de la Fundación Clínica Maicao.
"De ellos hemos recibido algunas ayudas, jornadas de salud, meriendas y algunos útiles, pero no es suficiente, ya que estamos trabajando con las uñas, solo por amor al trabajo", asegura.
Aldrin Quintana Ustate el coordinador de la Fundación  asegura que es necesario que se visibilice el grave problema en que están estos niños, para que pueda construirse un colegio digno, unos salones amplios, con buenos pupitres y se contrate al personal, el transporte y la alimentación.
"Hemos querido colaborar en todo lo posible para que estos niños sigan soñando, para que no deserte un niño más, pero es necesaria la ayuda de la administración de manera urgente", puntualizó.
El secretario de Educación de Maicao afirmó que esta institución educativa está incluida en el plan de infraestructura y próximamente se construirán dos aulas. Aseguró que "algunos docentes llevan alumnos del área urbana para el área rural con el fin de garantizar la cobertura y generar un contrato".
El funcionario indicó que la administración ha entregado 12 mil pupitres, tableros y computadores a varias instituciones pero son los rectores los que deciden a que sede se los dan.


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