Competitividad, la gran falencia de La Guajira

Por: Hernán Baquero Bracho

El estudio del Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario muestra que Bogotá pierde en institucionalidad, acaba de publicar los resultados de la competitividad en Colombia y La Guajira como en el año 2013 se volvió a rajar y ocupamos el último lugar en dichos estudios realizados por el Centro Universitario de la ciudad de Bogotá. Con esto se demuestra una vez más que la competitividad se ha convertido en la gran falencia para La Guajira lo que por ende si no mejora constriñe nuestro desarrollo que todavía está en pañales.
Pero, ¿Qué es la competitividad? En su esencia, competitividad es el nivel de productividad que las empresas alcanzan en un lugar determinado. Productividad que está definida por valor, mas no por la eficiencia técnica. Esta productividad de todos los insumos disponibles es lo que genera la prosperidad nacional y por ende la prosperidad departamental que es nuestro anhelado sueño en tantas décadas ya casi con 50 años de vida administrativa y todavía estamos lejos de alcanzarla, a pesar de haber contado con tantas bonanzas que se dilucidaron en el tiempo y en la incompetencia de sus dirigentes. La competitividad define el nivel de prosperidad que una región puede sostener en el tiempo. Las regiones compiten a través de la oferta de ambientes productivos o de negocios para las empresas. La única manera que una región puede mejorar sus estándares de vida es teniendo empresas competitivas que puedan pagar salarios altos y crecientes, lo que en nuestra región no se da y estamos a años luz de alcanzar estos axiomas liderados por uno de los gurú de la competitividad en el mundo como es Michael Porter.
En el tiempo, prosperidad solo puede crecer cuando las empresas se vuelven más productivas e innovadoras. El problema en La Guajira es que no existe una alianza estratégica entre la gobernación que debe ser liderada por la secretaría de desarrollo económico, que para ello fue creada mirando el futuro de nuestro departamento y que en la práctica se ha reducido a meros informes económicos que no conducen a nada. La alianza estratégica debe tener como su principal socio a la cámara de comercio de La Guajira y en segunda instancia a las empresas multinacionales que operan en nuestro territorio como carbones de El Cerrejon Limited que con dos de sus grandes fundaciones como la de la institucionalidad y la de desarrollo empresarial no la hemos sabido aprovechar para implementar verdadero sentido de competitividad en la península por más esfuerzos que ellos, la empresa privada, quiera realizar como ayuda para el despegue socioeconómico de La Guajira. Otras empresas como Chevron Texaco, Ecopetrol, Empresas Públicas de Medellín, Promigas y Brisas S.A., deben entrar en esta alianza estratégica para poder disminuir los altos índices que padecemos por una competitividad mal aplicada y de pocos resultados. Prosperidad heredada, por ejemplo de recursos naturales que para nuestro caso es abundante, y que se ha vuelto limitada y temporal y de ahí que solamente la prosperidad alcanzada por las empresas es la que se mantiene en el tiempo. Además de esto  donde más adolecemos los guajiros es la falta de innovación que incluye productos y servicios, así como procesos de producción, modelos de negocio que es más que un descubrimiento científico pero en ello también andamos en pañales. De igual manera uno de los niveles que influyen más en la competitividad son los Clusters que es otra de las grandes deficiencias que tenemos en esta sección del país.
No obstante, y quizás lo más importante de señalar en el análisis de la competitividad de La Guajira, es que queda suficientemente evidenciado que si algo tiene nuestro departamento en el momento son oportunidades, las cuales no han sido suficientemente aprovechadas por falta de un proceso de construcción regional, sistemático, planificado y sostenido, donde se comience por establecer las metas integrales y de largo plazo y se defina con claridad la dirección estratégica que conduzca al cumplimiento de dichas metas. Preparar al recurso humano es de los factores más importantes a considerar y la educación superior debe ser elevada a su máxima potencia como es la Universidad de La Guajira que en estos momentos tiene una buena plataforma para avanzar y aterrizar los temas de competitividad

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