Por: Hernán Baquero Bracho.
Lo que sucede ahora con la Guajira, debe servirnos de soporte y de apalancamiento para despertarnos del letargo en que nos encontramos. Nuestro departamento se encuentra desencuadernado, producto del caos financiero en que la administración pasada dejó a la Península. En cuatro años no se realizaron las consignaciones bancarias y los compromisos con vigencias futuras dejan mucho que decir. No podemos continuar con la situación tan grave que estamos viviendo en materia de servicios Publicas, lo que sucede con Aguas de La Guajira y eléctricaribe deja mucho que pensar en materia de calidad de vida de nuestro departamento. Lo que se vive en Maicao bajo una precaria Institucionalidad de su Alcalde elegido popularmente y que está bajo la lupa del ministerio público, rebosa la credibilidad y la legitimidad en sus gobernantes. La Guajira no puede continuar así, o de lo contrario irá al despeñadero del cual va a ser difícil encontrar el camino y el mundo perdido. No hay otro camino o despertamos o la corriente de la ignominia y de la indiferencia nos arrastrará a todos.
La Guajira dispone actualmente de una alternativa de progreso, de desarrollo y como tal de cambio. Inclusive en sus costumbres, tradicionales y formas de vida. La Guajira hoy pasó a ser una propuesta, para convertirse en realidad, pero como siempre, detrás de todo proceso de cambio, existe un grupo humano que trabaja día a día aportando un valioso esfuerzo para alcanzar una meta ambiciosa. Somos gestores de un futuro que se construye siendo el resultado de lo que hagamos mañana. Si pensamos en todo lo que cosechamos antes- no lo malo si no lo bueno-que hubo que sembrarlo y que esa semilla todavía perdura, obtendremos mejores frutos. Debemos seguir sembrando esa conciencia de la herencia que nos dejaron nuestros abuelos y continuar sembrando nuestros recursos no renovables, por el bien de nuestra patria. Siembra que no puede ser sola y aislada si no que requiere una integración de esfuerzos, voluntades y una permanente solidaridad activa, entre gobierno nacional, departamental, municipal, empresa privada y comunidad en general, capaz de producir confianza entre gobernantes y gobernados. Entenderemos que esa confianza se ha perdido desde hace rato, pero es bueno retomarla para bien de todos nosotros.
No vivimos en un mundo de música angelical, sino en una sociedad de egoísmo y trabas y entre todos debemos romperle las vértebras al subdesarrollo que nos agobia. La tarea en que estamos empeñados exige un sacrificio de contornos colosales. El reto es grande y hay que afrontarlo y aventajarlo. Como la estrechez no nos acobarda, la voluntad la tenemos templada para sobreponernos a los desafíos del futuro. La mentalidad Guajira está cambiando y no permite vuelta atrás. Tendremos que seguir ahora más que nunca haciendo uso de nuestra innata malicia, para seguir vigilantes con habilidad y ponderación de nuestras riquezas morales y naturales y exóticas paisajes, con valor, entereza y decisión debemos pasar de espectadores a actores y protagonistas, con amor por lo nuestro.
Nuestro despertar no puede seguir siendo un simple ejercicio de la memoria macondiana, sino por el contrario, la notificación de que el Guajiro quiere unir sus esfuerzos al mejoramiento de su entorno entre el gobierno y la empresa privada.
Somos parte de un país donde la Guajira existe, con sus mitos y leyendas, con los mismos derechos y deberes, pero con mayores necesidades, que otras regiones de la Patria. Solo a nosotros, la nueva generación si es que dejamos para una nueva generación, nos juzgará la historia cuando se nos pregunte: ¿Qué hemos hecho nosotros por la Guajira?
La Guajira dispone actualmente de una alternativa de progreso, de desarrollo y como tal de cambio. Inclusive en sus costumbres, tradicionales y formas de vida. La Guajira hoy pasó a ser una propuesta, para convertirse en realidad, pero como siempre, detrás de todo proceso de cambio, existe un grupo humano que trabaja día a día aportando un valioso esfuerzo para alcanzar una meta ambiciosa. Somos gestores de un futuro que se construye siendo el resultado de lo que hagamos mañana. Si pensamos en todo lo que cosechamos antes- no lo malo si no lo bueno-que hubo que sembrarlo y que esa semilla todavía perdura, obtendremos mejores frutos. Debemos seguir sembrando esa conciencia de la herencia que nos dejaron nuestros abuelos y continuar sembrando nuestros recursos no renovables, por el bien de nuestra patria. Siembra que no puede ser sola y aislada si no que requiere una integración de esfuerzos, voluntades y una permanente solidaridad activa, entre gobierno nacional, departamental, municipal, empresa privada y comunidad en general, capaz de producir confianza entre gobernantes y gobernados. Entenderemos que esa confianza se ha perdido desde hace rato, pero es bueno retomarla para bien de todos nosotros.
No vivimos en un mundo de música angelical, sino en una sociedad de egoísmo y trabas y entre todos debemos romperle las vértebras al subdesarrollo que nos agobia. La tarea en que estamos empeñados exige un sacrificio de contornos colosales. El reto es grande y hay que afrontarlo y aventajarlo. Como la estrechez no nos acobarda, la voluntad la tenemos templada para sobreponernos a los desafíos del futuro. La mentalidad Guajira está cambiando y no permite vuelta atrás. Tendremos que seguir ahora más que nunca haciendo uso de nuestra innata malicia, para seguir vigilantes con habilidad y ponderación de nuestras riquezas morales y naturales y exóticas paisajes, con valor, entereza y decisión debemos pasar de espectadores a actores y protagonistas, con amor por lo nuestro.
Nuestro despertar no puede seguir siendo un simple ejercicio de la memoria macondiana, sino por el contrario, la notificación de que el Guajiro quiere unir sus esfuerzos al mejoramiento de su entorno entre el gobierno y la empresa privada.
Somos parte de un país donde la Guajira existe, con sus mitos y leyendas, con los mismos derechos y deberes, pero con mayores necesidades, que otras regiones de la Patria. Solo a nosotros, la nueva generación si es que dejamos para una nueva generación, nos juzgará la historia cuando se nos pregunte: ¿Qué hemos hecho nosotros por la Guajira?
"...y los compromisos con vigencias futuras dejan mucho que decir."
ResponderBorrar"...con vigencias futuras dejan mucho que decir."
"...vigencias futuras dejan mucho que decir."
"...vigencias futuras..."
"...dejan mucho que decir."
Si, como las vigencias futuras que quiere comprometer jorte perez, esas no dejan mucho que decir? Ni siquiera se sabe para qué las quiere comprometer. Lo único que se sabe es que va a comprometer vigencias futuras, Dios sabrá pa' que.
AH, O SEA QUE TODOS LOS MALES DE LA GUAJIRA NACIERON EN EL GOBIERNO PASADO. O SEA QUE DON JORGE PEREZ QUE GOBERNÓ DURANTE 12 AÑOS NO TIENE NI UN POQUITO DE CULPA, EL POBRECITO, AY VE.
ResponderBorrarVE, ESE HOMBRE ES QUE MAS PLATA SE HA ROBADO A LA GUAJIRA, ESE ES EL MAYOR CULPABLE DE TODOS LOS PROBLEMAS DE LA GUAJIRA. CUANDO PASEN OTROS 12 AÑOS Y LA JUAJIRA VAYA DE MAL EN PEOR, LE VAS A SEGUIR ECHANDO LA CULPA A JOSE LUIS GONZALES, OISTE...
Oiga hermano, ya me mamé de leerle tanta carreta. Creo que el que debe despertar eres tu, debes comenzar a trabajar por el municipio que tanto añoras en lugar de estar echandole la culpa a todo el mundo, al parecer el único inocente eres tu (y eso que ya te condenaron).
ResponderBorrarDejense de estar peleando tanto por los politicos que todos son iguales, o acaso que hay de diferencia entre jorge perez y el chinito? nada.
ResponderBorrarUstedes se matan por ellos y ellos se hacen ricos y a costillas de los bobos. Ahí está jorge ballesteros que despues de tantos años de insultos y ofensas con jorge perez ahora son los mejores amigos poer puro interes. y el pueblo de bobo se pone a pelear por ellos.
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