A los colombianos, desde cuando el barril de petróleo comenzó a perder precio en los mercados internacionales, se nos vino la idea de una mejora sustancial de todas las familias y por consiguiente una prosperidad que desde largo tiempo ni se siente ni se vive. Suponíamos que el máximo tope de ciento cuarenta y siete dólares por barril comparado con el actual de treinta y tres dólares, era una señal de estar viviendo una situación sin solución a corto plazo, estábamos en pleno apogeo de un colapso económico, pero con la rebaja sustancial del precio del barril de petróleo en los mercados mundiales, sicológicamente, nos preparábamos para dar un paso a un nuevo estado de cosas. De la congoja, melancolía y tristeza saltamos a la alegría y al beneplácito por presentir el advenimiento de un período de prosperidad como se lo merece la nación colombiana. No fue mera presunción, el cambio se avecinaba porque se inició con la rebaja del precio de los combustibles en todo el territorio nacional en el mes de noviembre. El desanimo fue mayúsculo después de leer por los periódicos las declaraciones del señor presidente de la republica, Doctor Álvaro Uribe Vélez, en que ya no se darían mas rebajas de los precios del combustible porque ese dinero que se le revertiría a los propietarios de los vehículos, camiones, tractomulas, motocicletas y otros, que suavizaría la situación no solo de los propietarios en comento sino de todos los usuarios, sería utilizado para cancelar las deudas atrasadas de los subsidios que la nación mantiene con ECOPETROL.
¿En el caso que se presente un alza súbita del precio del petróleo cómo haría el estado para saldar lo que adeuda a ECOPETROL por concepto de esos subsidios? Se supone que debe ser a través de un empréstito a la banca mundial. Cuando sale el sol y cuando llueve es para todos, por eso consideramos que lo mejor es distribuir equitativamente lo que a manera de bonanza ha surgido con el desplome de los precios del crudo en el mercado mundial. De esa suma para los meses de diciembre del 2008 y enero de 2009, respectivamente, tomar el 20% para rebajar en igual proporción los precios internos de los combustibles y el 80% restante para resolverle los problemas a todos los damnificados por el invierno que acaba de terminar.
Si sigue bajando el crudo o se mantiene estable su precio, tomar un porcentaje para amortiguar las deudas contraídas con ECOPETROL por concepto de subsidios a los combustibles. El otro porcentaje que resta, para irrigarlo entre los propietarios de los automotores que sintieron, estoicamente, los embates de las alzas de los combustibles; en los renglones de la salud, educación, vías y medios de comunicación y en el montaje de industrias que favorecería en mucho a la franja de desocupados. De esta manera todos los colombianos participarían del ponqué de la bonanza, nadie estaría excluido y el alivio económico es generalizado. Ojalá el pueblo colombiano respire positivamente con un alivio económico de esta naturaleza para que tenga verdaderamente unas felices pascuas y un próspero año nuevo.
JOSÉ FONTALVO DE LA HOZ
chindo79@hotmail.com
¿En el caso que se presente un alza súbita del precio del petróleo cómo haría el estado para saldar lo que adeuda a ECOPETROL por concepto de esos subsidios? Se supone que debe ser a través de un empréstito a la banca mundial. Cuando sale el sol y cuando llueve es para todos, por eso consideramos que lo mejor es distribuir equitativamente lo que a manera de bonanza ha surgido con el desplome de los precios del crudo en el mercado mundial. De esa suma para los meses de diciembre del 2008 y enero de 2009, respectivamente, tomar el 20% para rebajar en igual proporción los precios internos de los combustibles y el 80% restante para resolverle los problemas a todos los damnificados por el invierno que acaba de terminar.
Si sigue bajando el crudo o se mantiene estable su precio, tomar un porcentaje para amortiguar las deudas contraídas con ECOPETROL por concepto de subsidios a los combustibles. El otro porcentaje que resta, para irrigarlo entre los propietarios de los automotores que sintieron, estoicamente, los embates de las alzas de los combustibles; en los renglones de la salud, educación, vías y medios de comunicación y en el montaje de industrias que favorecería en mucho a la franja de desocupados. De esta manera todos los colombianos participarían del ponqué de la bonanza, nadie estaría excluido y el alivio económico es generalizado. Ojalá el pueblo colombiano respire positivamente con un alivio económico de esta naturaleza para que tenga verdaderamente unas felices pascuas y un próspero año nuevo.
JOSÉ FONTALVO DE LA HOZ
chindo79@hotmail.com
Publicar un comentario
Gracias por su comentario