Beto y Saúl. Una Nueva Imagen.

Por: Hernán Baquero Bracho
La nueva producción musical del “cantante triunfante” Beto Zabaleta que salió hoy al mercado 13 de Noviembre, ha sido como se esperaba y como lo ha titulado este trabajo musical “Nueva Imagen”. Si porque Zabaleta ha salido con un nuevo look musical, el de su joven Acordeonero y Rey Vallenato Saúl Lallemand. Un trabajo exitoso, donde con su nueva imagen, su voz más nítida y con mas cadencia musical, lo que hace que este trabajo se sienta en lo más profundo del folclor y que dará de qué hablar en la música vernácula de Francisco el Hombre.

Saúl Lallemand es un acordeonero consagrado con una juventud que la muestra en forma extraordinaria en los diferentes temas de este gran trabajo y que esa juventud por osmosis la recibió el cantante del pueblo para beneficio de la música Vallenata. Se siente y se nota a un Beto Zabaleta más rejuvenecido, le aplicó sin lugar a dudas Reingeniería a su canto, a su voz, a su deje musical y por supuesto porque no decirlo a su imagen física. ¡Qué bien por el cantante y por nuestra música!.

Es un placer recordar “El cantor triunfante”, “Orgullo Guajiro”, “para todos”, “hasta aquí llegamos”, “regalo mis canciones”, “Dios y yo”, “un líder y un Rey”, “un canto y un acordeón”, “parrandas inolvidables” entre otros. Alberto Luis Zabaleta Celedon, grabo a los 17 años de edad, y esto le da el reconocimiento como uno de los más jóvenes en interpretar en la “pasta sonora”. Su inicio con Emilio Oviedo no se han podido olvidar. Los conocedores de este ritmo siguen recordando su voz, cadencia, timbre y “su deje”.

Los años de “aunque sufriendo te olvido”, “la ley del embudo” “la tiendecita”, “rosa”, “machete en tu vaina”. Son momentos especiales. Muchos se enamoraron y se cazaron por esta época, escuchando estos temas. Otros buscaron en ellos el refugio para la bohemia y al entonar estas melodías encontraron un soporte espiritual. Sus inicios fueron de triunfos, y desde el primer momento se enroló y compitió con los grandes, sin dejar dudas. Hoy, en pleno siglo XXI sigue siendo el cantante extraordinario poseedor de un estilo único.

En 1978 cuando Beto Zabaleta hace compañía con Beto Villa, se constituyeron en uno de los conjuntos más exitosos del momento. Zabaleta en la Voz líder, en la voz suave que gusta y gusta. El espacio se abrió para él, el cielo lo encontró despejado, las estrellas lo llamaron para que comience a reinar en el firmamento. De esa unión que se consolido hasta 1988, grabaron 6 largas duraciones: donde se convirtieron en éxitos temas como, Gitana, La hogareña, Benditos versos, La trilla, Parrandas inolvidables, Regalo mis canciones, Canciones lindas, indecisión, Rina, Mi novia, Desenlace, entre otras.

En el año de 1988 se separa de Villa y, se une al “Pangue” Maestre. Unión que consolida más a Beto Zabaleta como la voz pegajosa del momento. Un rey en el acordeón que hace de las suyas tocándolo magistralmente y un líder en la voz, que hace de ella que sea parrandera, romántica, melodiosa, guapachosa y merenguera. Con “Pangue” hace cinco producciones musicales para el recuerdo: donde se destacaron temas como Mi Media Naranja, La Chamita, La Dama del Ajedrez, Lazos de Hermandad, Alégrate Porque Vengo, entre otros.


En el año de 1993 se une nuevamente con su amigo y compadre Beto Villa haciendo una pareja perfecta y sus éxitos se consolidaron con sus ventas millonarias y los discos de platino que en esta nueva unión ganaron, de esa unión salieron 5 álbumes: “De Nuevo Los Betos”, “Eternamente”, “Mundo De Melodías”, “Enamorándote”, y “Corazón. Com”.

Pero el destino es cosa seria. Vuelven a separarse, y Beto como haciendo eco a esa caseta allá en Villanueva se une a Emilianito Zuleta y ahí fue Troya: un Cd para la posteridad grabado en el año 2000: “un canto y un Acordeón”. Más de 280.000 copias vendidas que los hizo merecedores como lo mejor que se ha producido en ese año musical. En el año 2001 Zabaleta entonces se une a Franco Arguelles, pero esa unión fue efímera, por circunstancias de la vida y Zabaleta ni corto ni perezoso busca a un “campeoncito” como lo es Goyo Oviedo con quien produjo 3 excelentes Cd que generaron los mejores comentarios del folclor y de su fanaticada.

Beto Zabaleta nació en el Molino (Guajira) con una vena artística, heredada de su pariente Armando Zabaleta, Cantante y Compositor y de su abuela Josefa Serrano, quien supo transmitirle ese pasado que construyó en El Molino, el célebre “Padre Serrano”. Por eso, el privilegio para cantar “no lo tomó del aire”, si no de ese árbol genealógico que sigue latente en sus hijos, más concretamente con Edgar Alfredo Zabaleta, quien se perfila como el seguro sucesor.

El publico lo sigue respaldando con ahincó cuando canta. Hay un desdoblamiento total en sus conciertos y la gente busca meterse en el sentimiento que expresa su cantar. Cada canción lleva un mundo de vivencia y un sentir que solo él sabe transmitir. Zabaleta encierra una trilogía- como para escribir una novela- de gallos, parrandas y vallenatos. Puntos de encuentros que por lo general suelen identificar a nuestro hombre del Caribe, su cuerda de gallos es triunfadora en las concentraciones de Valledupar, Montería, Sincelejo, Riohacha, y en su propia gallera que tiene en Baranoa (Atlántico). Esta fue una herencia, que su padre Francisco Zabaleta Suarez (El legendario Panchico) le dejó. Hoy nuevamente pone a consideración del público su nueva imagen en el canto y su nueva imagen en el Acordeón, un trabajo musical que ya entró por la puerta grande en el Caribe y en la nación.

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