Por: Hernán Baquero Bracho
Para información de mis queridos lectores, echemos un vistazo hacia atrás para relatarles la iniciación del Primer Festival Folclórico patronal que se realizó en Villanueva, que se dio a principio del otoño de 1971. Para esa época, ya se vislumbraban las fiestas patronales que cada año se celebran en Villanueva. Fiestas a nivel de “feria” ya que se hacían riñas de gallos, eventos deportivos y marcando la pauta el marco coreográfico de las procesiones, tedeum y toda clase de actos religiosos de nuestro patrono Santo Tomás.
Pero a pesar de las brillantes que reflejaban los fuegos artificiales, la “Vaca loca”, el “Puerco Pelao”, vara de premios y toda esa serie de manifestaciones, fiestas costumbristas de los pueblos de la costa, le faltaba a estas festividades, algo que engolosinara la sensibilidad, el sentido poético, enmarcando en sus elementos de acordes musicales; su folclor, representado en música, acordeón, caja y guacharaca, símbolos de comunicación pacifica de los pueblos que enmarca este maravilloso horizonte colombiano.
Para información de mis queridos lectores, echemos un vistazo hacia atrás para relatarles la iniciación del Primer Festival Folclórico patronal que se realizó en Villanueva, que se dio a principio del otoño de 1971. Para esa época, ya se vislumbraban las fiestas patronales que cada año se celebran en Villanueva. Fiestas a nivel de “feria” ya que se hacían riñas de gallos, eventos deportivos y marcando la pauta el marco coreográfico de las procesiones, tedeum y toda clase de actos religiosos de nuestro patrono Santo Tomás.
Pero a pesar de las brillantes que reflejaban los fuegos artificiales, la “Vaca loca”, el “Puerco Pelao”, vara de premios y toda esa serie de manifestaciones, fiestas costumbristas de los pueblos de la costa, le faltaba a estas festividades, algo que engolosinara la sensibilidad, el sentido poético, enmarcando en sus elementos de acordes musicales; su folclor, representado en música, acordeón, caja y guacharaca, símbolos de comunicación pacifica de los pueblos que enmarca este maravilloso horizonte colombiano.
Son las mismas vivencias comunes a todos estos pueblos de la provincia, adornados en estas tierras con un encanto especial que todo nacido en Villanueva suele poseer. Por eso evocamos aquí la presencia inolvidable del ya ilustre desaparecido don Francisco “Franco” González, el abuelo de José del Gordo, que aceptando la proposición que le hiciera el inquieto y también compositor Publio Daza Daza, con el fin de agregarle a las fiestas patronales un festival de música folclórica regional, ya que Villanueva tenia material humano, innumerables recursos musicales, y a la vez rescatar lo que realmente le pertenece al Municipio de Villanueva, su folclor, su música de acordeón que ha demostrado que es la mejor forma de integrar los pueblos de la Costa Norte Colombiana y lograr lo mejor abriendo el campo turístico, entonces Publio Daza Daza fundó en el otoño de 1971 el Primer Festival de esta índole y se le denominó “Primer Festival Folclórico Patronal de Villanueva”, donde delegaba funciones de Coordinador y Director de Eventos-Artísticos.
Es así como nueve años más tarde (1979), un grupo de jóvenes de ambos sexos de cepa villanuevera y estudiantes del Colegio Nacional Roque de Alba, se reunieron en casa de doña Gloria Socarras de Maestre para reorganizar el festival. Entre ese grupo estaban los hermanos Limedes y Rosendo Romero, Mercy Fernández Valverde, Dairo y Tilo Sierra Rodríguez, Alberto Elías Ramírez y Jesualdo Borrego, Iván y Enalba Rosado, Luis Celedon Milian, Milton Campo, Arnoldo López, Gustavo Rosado, Javier Gil, y otros que se sumaron al grupo, con el fin de llevar a cabo tal misión folclórica.
En esa época Villanueva tenía la mayoría de sus calles llenas de piedras. Por eso optaron por darle el nombre inicialmente como festival de las piedras, nombre que no duró mucho tiempo, ya que cuando faltaba un mes para celebrarse dicho certamen y estando reunidos con el conocido hombre de la radio Julio de la Rosa E. Insignares y el Abogado que todos recordamos, José Alberto Pareja Ariza, quienes entraron a formar parte de la organización del festival, se discutía sobre si se le cambiaba este nombre por otro que rimara más sobre este certamen folclórico.
Es así como nueve años más tarde (1979), un grupo de jóvenes de ambos sexos de cepa villanuevera y estudiantes del Colegio Nacional Roque de Alba, se reunieron en casa de doña Gloria Socarras de Maestre para reorganizar el festival. Entre ese grupo estaban los hermanos Limedes y Rosendo Romero, Mercy Fernández Valverde, Dairo y Tilo Sierra Rodríguez, Alberto Elías Ramírez y Jesualdo Borrego, Iván y Enalba Rosado, Luis Celedon Milian, Milton Campo, Arnoldo López, Gustavo Rosado, Javier Gil, y otros que se sumaron al grupo, con el fin de llevar a cabo tal misión folclórica.
En esa época Villanueva tenía la mayoría de sus calles llenas de piedras. Por eso optaron por darle el nombre inicialmente como festival de las piedras, nombre que no duró mucho tiempo, ya que cuando faltaba un mes para celebrarse dicho certamen y estando reunidos con el conocido hombre de la radio Julio de la Rosa E. Insignares y el Abogado que todos recordamos, José Alberto Pareja Ariza, quienes entraron a formar parte de la organización del festival, se discutía sobre si se le cambiaba este nombre por otro que rimara más sobre este certamen folclórico.
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