¿Para qué escribir?

Por: Amylkar David Acosta Medina

Una pregunta recurrente que uno se hace, sobre todo en los tiempos que corren, en los que priman la frivolidad y la trivialidad productos de una gran frigidez intelectual que abruma, es para qué y para quién escribir. En mi caso, me hecho a la idea de que lo que uno no escribe y publica no existe; escribir se me ha vuelto una necesidad, tan perentoria como respirar; no me hallo a mí mismo sin escribir. Cuanto más leo, me informo y aprendo, abrevando en las fuentes del conocimiento, más abrasadora es el ansia de escribir. La necesidad, el deseo y la fascinación por el hábito de escribir se conjugan, para hacer de mis escritos una razón de ser y de existir. ¿Qué escribir? Cada uno a su manera, en su estilo y en su género, se topa con los temas que nutren sus escritos. Con este volumen que ahora tendrán ustedes en sus manos, completo 29 obras publicadas, entre las cuales está la serie de mis escritos, el primero de los cuales publiqué en 1985 y con este ya son doce. En ellos compilo mis escritos, ensayos, ponencias y pronunciamientos sobre los más disímiles temas de la realidad, casi siempre en referencia a asuntos de palpitante actualidad y vigencia. Esta vez nos ocupamos, en su orden, de la economía y las finanzas, los energéticos, el medio ambiente, las regiones y las fronteras, la transparencia y la corrupción, La guajira (mi terruño), la política y otros. En este volumen encontrará usted una verdadera lluvia de ideas - fuerza, embrionarias unas, en fecundación otras y las más en permanente estado de hibernación. La variedad de la temática, escrito en un lenguaje llano y simple, sin términos abstrusos e ininteligibles, hacen de este libro un texto de consulta para legos y entendidos en distintas disciplinas del saber. El tono de mis escritos es controvertido y controversial, crítico – al fin y al cabo, como dice Camus, el escritor, y yo no presumo serlo (¡!), no puede estar al servicio de los que hacen la historia, sino de quienes la sufren -, para nada dogmático y tienen por hilo conductor una línea de pensamiento fundada en los principios ideológicos con los que comulgo, imbuidos de una gran sensibilidad social, como buen socialdemócrata que soy. Mis opiniones son mis convicciones! Espero no defraudar sus expectativas al momento de abordar su contenido y aventurarse a su lectura.


Como anécdota quiero contarles que lo primero que me motiva a escribir es el interés que suscita en mí un tema, el que a renglón seguido pasó a estudiar metódicamente, a escudriñar, a documentar, hasta que llego a tener la prefiguración del escrito en la cabeza. Ah y antes de sentarme a darle forma y verterlo en blanco y negro, antes que todo, ya he definido el título del mismo, que es lo primero! Cuántas veces no me quedo por mucho rato deambulando con un título en espera del texto correspondiente. Eso sí, una vez me inclino sobre el teclado del computador y fijo la vista en la pantalla, es como si me limitara a escribir un dictado, a la usanza de los años mozos en las clases de español. Y cuántas veces no me ocurre que se arremolinan en la mente tantos temas a la vez, que lo confunden a uno a la hora de priorizar su evacuación, dado el ritmo vertiginoso de los acontecimientos, a los que en vano trato de seguirles su curso, evolución y desenlace; sobre todo en un país tan frenético como el nuestro. Pero, bien vale la pena aguzar todos los sentidos en pos de un cercano seguimiento e interpretación de los mismos, aunque sea a riesgo de fracasar en el intento.
Finalmente, quiero compartir con ustedes una infidencia: me esmero tanto en lo que escribo, como en el modo, la manera y el estilo con que Lo hago, pues al decir de Mario Benedetti ¨si la forma en que se escribe es torpe, perjudica en primer término al mensaje. Lo primero que hay que cuidar es la forma literaria¨.

2 Comentarios

Gracias por su comentario

  1. Me hiciste llorar, Amilkar. Estoy sinceramente abrumado con tu grandeza. Sos grande, muy grande. Casi dios. Tu sencillez y tu humildad...

    Ah, cuanta sencillez; cuanta humildad...

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  2. Escribir es bueno, muy bueno! Pero actuar es mejor y sobre todo si se hace en beneficio del pueblo y no en beneficio propio. La invitación Amilkar Acosta es a que hagas algo por tu tierra. El respeto se gana, no se regala y no se a quien se le ocurrió decir que eres un digno representande de nuestra tierra guajira, cuando por ella no has logrado nada.

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